POMPEYA, CIUDAD DE LA ANTIGUA ROMA
Ciudad de la antigua Roma, ubicada junto con Herculano y Estabia, en la región de Campania, cerca de Nápoles. Fue enterrada por la violenta erupción del volcán Vesubio el 24 de agosto del año 79 d. C.
Antes, alrededor del año 62 un fuerte terremoto dañó seriamente Pompeya y otras ciudades cercanas. Durante el período que va entre ese año y la fecha en que hizo erupción el Vesubio la ciudad fue reconstruida, aunque la ciudad tardó en recuperarse y, de hecho, en el momento de la catástrofe algunos edificios todavía se estaban restaurando. En todo caso, hay también muestras de edificios que fueron reconstruidos y redecorados, por lo que los desperfectos de algunos podrían bien deberse a los temblores de tierra que precedieron a la erupción y no al terremoto del año 62.
Pompeya había quedado cubierta por una capa de cenizas volcánicas solidificadas, tras la que se encontró otra de pequeñas piedras expulsadas durante la erupción volcánica; por ello, el acceso a lo que había quedado fue desde el principio mucho más fácil. Al principio los que estaban a cargo de las excavaciones no daban con las esculturas y pinturas. Durante dos años exploraron dos zonas opuestas de la ciudad, el Anfiteatro y la Vía de los Sepulcros. Tras una pausa, en el año 1755 se reanudaron los trabajos. Los hallazgos se sucedieron: la Villa de Cicerón, la finca de Julia Félix, más tarde el Teatro Grande, el Odeón, la Villa de Diomedes y el templo de Isis.
La expectación por los descubrimientos se extendió por toda Europa, y gran número de estudiosos empezaron a llegar para contemplar los edificios desenterrados, las estatuas y los primeros frescos que quedaban a la vista. El templo de Isis despertó especial interés; era el primer espacio que se excavaba en Pompeya, el mejor conservado y, sobre todo, el primer santuario egipcio que podían ver los europeos.
Los impresionantes restos de las ciudades de Pompeya y Herculano y sus villas asociadas, enterrados por la erupción del Vesubio en el año 79 d. C., proporcionan un completo y vívido panorama de la sociedad y la vida cotidiana en un momento del pasado que se considera único a nivel mundial. Pompeya fue fundada por los oscos en el siglo VI a. C.
Desde su descubrimiento en el siglo XVIII, la excavación ha revelado más datos acerca de Pompeya que de Herculano. El foro principal está rodeado por los cimientos de varios edificios públicos, como el Capitolio (el templo dedicado a tríada divina formada por Júpiter, Juno y Minerva), la Basílica (el Tribunal) y uno más de las termas. Cerca de esta zona se encuentra el antiguo foro triangular, donde se sitúan los dos teatros. El de mayor tamaño es de origen griego y fue remodelado para adecuarlo a los gustos romanos.
Entre otros edificios públicos hay que destacar las termas de Estabia, que se encuentran en buen estado de conservación y datan del siglo II a. C. Sin embargo, Pompeya es célebre por sus conjuntos de edificios residenciales, dispuestos a lo largo de calles pavimentadas. La construcción más antigua es la Casa del Atrio, con un diseño completamente interior y un patio central; la Casa del Cirujano es un buen ejemplo de este tipo de construcción. Debido a las influencias helenísticas, este tipo de casa se amplió, se decoró con columnas y arcadas y se equipó con grandes salas para eventos sociales. En su forma más extrema, este tipo de casa romana, conocida en todas las ciudades del Imperio, evolucionó hasta convertirse en un verdadero palacio abundantemente decorado y con numerosas habitaciones.
Como ejemplos de estas construcciones se puede citar la Casa del Fauno y la Casa de los Castos Amantes. Es posible que la más excepcional de todas las casas de Pompeya sea la Villa dei Misteri (la Villa de los Misterios). Esta enorme construcción situada justo en el exterior de las murallas, que evolucionó de una casa urbana modesta construida en el siglo III a. C., obtiene su nombre de las importantes pinturas murales del triclinio, que representan los ritos de iniciación del culto a Dionisio.
Sobre Herculano, construida en un promontorio con vistas a la bahía de Nápoles, se ha descubierto mucho menos, especialmente debido a la profundidad a la que fue sepultada. Sin embargo, la naturaleza de la capa volcánica que la cubre es tal que los edificios antiguos están mucho mejor conservados que los de Pompeya. Los materiales orgánicos como la madera se conservan y los pisos superiores de numerosos edificios están intactos. Existen varios edificios públicos que se encuentran bien conservados, entre ellos, una espaciosa palestra a la que se accede mediante una puerta monumental, dos conjuntos de termas, uno de ellos construido a escala monumental y decorado con colores vivos, el Colegio de los Augustales y un teatro.
Las casas también destacan por su extensión y decoración, especialmente la Casa del Bicentenario. Las que están orientadas al mar, como la Casa de los Ciervos, poseen grandes jardines y abundante decoración. La ciudad se caracteriza por la buena conservación de sus negocios, que aún contienen accesorios como, por ejemplo, enormes jarras de vino. Las excavaciones realizadas en la zona del puerto han revelado la existencia de almacenes abovedados que contenían los restos de desafortunados ciudadanos que buscando refugio en ellos habían muerto asfixiados. En ambas ciudades, se consideran de gran importancia los estilos artísticos representados por las esculturas, los mosaicos y, sobre todo, las pinturas murales que se encuentran en ellas.